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Este es ya nuestro segundo año en Hong Kong y el tiempo se me ha ido volando. Cuando este septiembre fuimos a ver cómo bailaba el dragón para iniciar el Midautumn Festival me sentí muy rara. Hace un año estábamos recién desempacados, no conocíamos más que dos o tres personas y todo era un reto, desde conseguir una escoba hasta comprar gas. En esta ocasión, cuando nos bajamos del avión después de las vacaciones en México ya sabía lo que nos esperaba. Hoy en día sé a grandes rasgos cómo funciona este mundo tan extraño, hay gente del pueblo que saludo aunque no hablen inglés ni yo cantonés simplemente porque nos encontramos por todos lados en las calles, tengo ya mi marchanta en el mercado y sé que hay una tienda que tiene casi cualquier cosa que se pueda necesitar en el hogar. 

Por otro lado, sé que hay muchísimas cosas que jamás voy a entender y donde el ser extranjera es una desventaja enorme. Un ejemplo es cuando compras en un puesto de la calle: de entrada me dan el triple del precio y luego el idioma es una fuerte barrera para regatear porque no casi hablan -o fingen no hablar- inglés.

Por mientras, el poco cantonés que aprendí hace unos pocos meses se ha perdido en algún recoveco de mi memoria y se niega a aparecer. Yo creo que le da pena por lo mal que lo pronuncio y al mismo tiempo me da una frustración enorme no poder comunicarme con la gente.

Hoy, por ejemplo, en la plaza del pueblo habían preparado todo para un festejo. Montaron un letrero con letras doradas sobre fondo rojo a la entrada de la plaza y en cuanto anocheció comenzaron los tambores, platillos y cohetes que anuncian la danza del dragón. Obviamente me fui a asomar pero cuando le pregunté a dos personas qué era lo que estaban festejando ambas pusieron cara de what, como dice el anuncio y me quedé con la curiosidad.

Entre las muchas cosas que sigo son comprender está el rugby. Ya sé que no es invento chino sino importación inglesa, pero no acabo de entender más allá de que hay que pescar el balón y correr a todo lo que da mientras que el equipo contrario trata de tirarte al piso para que no llegues hasta el final de la cancha. ¿O a lo mejor eso es todo y yo le estoy buscando reglas que ni existen? Como sea, las veces que he ido a ver a las niñas jugar me entretengo viendo la cara ruda de su personalidad.

Cambiando de tema, ando bastante frustrada  con la página en la que tengo mi blog porque ya no me deja subir fotos. Traté de abrir otro blog en Blogspot, pero me los junta en una sola cuenta así que no me dan espacio adicional. Probablemente cambie el formato y la dirección aunque por ahora no tengo el tiempo para estar experimentando porque está de visita mi mamá.

Llegó el 14 de noviembre después de pasar unos días en Shanghai con mi hermano; para festejar el día de su cumpleaños desayunó con él y luego vino a partir el pastel a Hong Kong. Yo creo que si hace algunos años alguien le hubiera dicho que vendría hasta por acá se habría reído mucho. 

Seguramente quieren saber qué hemos hecho en estas semanas; antes de contarles solamente les aviso que casi no tomamos fotos para que no me las pidan. Bueno, de todos modos esta cosa ya no me deja ponerlas, solamente los enlaces a páginas externas como este que sigue:

Partiendo el pastel con mis amigas latinas  

Creo que ya me está atacando el alzheimer, o simplemente es mi caos habitual, pero ya me hice bolas de cuándo fuimos a dónde. Sé que el primer día nos quedamos acá en Mui Wo y nos fuimos a pasear por todos lados en bicicleta. Mi mamá está encantada de que no tengamos coche y que nos hayan prestado una bicla para ella. Ni siquiera estos últimos días lluviosos la han hecho cambiar de opinión, simplemente esperamos a que deje de llover para salir y hoy hasta se animó a remolcar el carrito de las compras.

Entre los primeros paseos estuvo visitar el fuerte de Tung Chung y el mercado de Yat Tung donde admiramos los puestos de pescado con sus almejas, camarones, cangrejos, pescados y sapos vivos, las diferentes frutas y verduras y compramos un pato rostizado exquisito. En la tarde nos fuimos de excursión hasta King´s Park, en Mong Kok, para ver jugar rugby a las niñas. Aclaro que fuimos a ver, porque sin entender. Ni siquiera sé cuándo echar porras, en el fut por la menos ya sabía cuándo tocaba emocionarse...

Bueno, los dejo por hoy; se está haciendo tarde y mañana hay que madrugar.






Comments

  1. Wow! Felicidades por el primer año en Hong Kong más los que siguen!!! Igualmente que emoción que tu mamá vino a visitarte!!
    Que triste que blogspot ya no te deja subir fotos, ojalá puedas solucionar el problema, sino de todas maneras tus lectores vemos las fotos por las ligas que pones.
    Sigan disfrutando de Hong Kong! Enhorabuena!

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