Mongolia Primera Parte
« Je vous dis encore que, si deux d’entre vous s’accordent sur la terre pour demander une chose quelconque, elle leur sera accordée par mon Père qui est dans les cieux. Car là où deux ou trois sont assemblés en mon nom, je suis au milieu d’eux. »
Leo, releo, escribo, borro. No sé cómo expresar lo que vivimos en este viaje a Mongolia, sobre las experiencias que tuvimos al ver la realidad en la que vive tanta gente, no sólo en ese exótico país sino también en lugares como México, Filipinas, Colombia, Cambodia...
Pero lo más impactante no fue el contraste entre la riqueza de lugares como Hong Kong y la pobreza de tantas ciudades perdidas; o ver de primera mano la injusticia que ha hecho que la mayoría de las personas tenga muy poco y unos cuantos posean demasiado. Lo que más nos marcó fue la experiencia de conocer a tanta gente que diariamente se esfuerza por caminar con los que menos tienen y que ha entregado su vida para ayudar al prójimo.
A principios de abril tuvimos la oportunidad de pasar cinco días en la capital de Mongolia, Ulan Bator ( o Ulan Baatar, como le llaman los mongoles). Como se imaginarán por la introducción, no fuimos en plan de turistas a conocer los atractivos o pasar unos días en el desierto del Gobi, descansando y admirando los paisajes del atliplano asiático.
Este viaje de misiones se organizó como opción de servicio para el grupo de jóvenes que asisten a Union Church, y el objetivo era conocer y ayudar a la gente que vive en las colonias perdidas de la capital mongola que se conocen como The Ger District.
Parece un viaje como cualquier otro... |
Air Mongolia |
Mongolia desde la alturas. |
En el aeropuerto pasamos un buen rato esperando poder pasar la aduana. Igual que en México, cuando uno llega todas las maletas necesitan pasar por la máquina de rayos X, y como llevábamos varias maletas grandes con donativos (ropa, principalmente) hubo que convencer a los agentes que no pensábamos hacer negocio con las chamarras y acordar el pago de los impuestos.
Mongolia fue parte de la URSS, de ahí el afabeto cirílico. |
Primeras impresiones... |
Cuando llegamos al Oasis Café and Guesthouse http://www.guesthouse-oasis.mn/index.php/en/, ya comenzaba a ponerse el sol. Apenas unos días antes había caído una nevada fuerte y en las calles y patios había nieve y hielo para alegría de todos los jóvenes de Hong Kong que inmediatamente empezaron una guerra de bolas de nieve.
Después de asignar los cuartos, dejamos maletas en los cuartos (las chicas y los adultos hombres) y en los dos ger (todos los chicos), cenamos y nos explicaron brevemente los planes para el día siguiente: un taller sobre la pobreza en la mañana, y visita a familias del Ger district por la tarde.
Qué interesante viaje! Siempre me ha interesado ir a Mongolia. Gracias por compartir su experiencia!
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