Señales de vida

Han pasado tres meses desde mi última entrada y el tiempo se me ha ido como agua.
¿Por dónde empezar?
Tal vez con la escuela. Desde principios de septiembre han aumentado mis reponsabilidades: ahora estoy a cargo de dos grupos, los siete chicos del año pasado que ahora cursan primero de prepa, y once alumnos de primero de secundaria que comienzan apenas con sus clases de español. 
Además de preparar mis clases, elaborar los exámenes, revisar tareas y calificar, a principios de año hay mucho papeleo administrativo que llenar, además que cada mes hay un montón de juntas a las que debemos asistir los maestros.
Por ejemplo, cada lunes y jueves por la mañana hay un "teacher briefing", donde en diez minutos nos recuerdan las actvidades y fechas límite de la semana. 
Entre otros, hacia mediados de octubre debíamos tener registradas todas las calificaciones en el sistema del colegio para que se pueda imprimir una boleta parcial del avace de cada alumno. El 6 de noviembre por la mañana, cada uno de los estudiantes tienen una breve entrevista con el profesor responsable del grupo en que revisan sus logros y se fijan metas para los siguientes meses. Ese mismo día por la tarde, y el sábado temprano los padres tienen oportunidad de hacer cita con los profesores así que tendré dos días ocupados. Aunque si no tengo muchas citas, ppodría aprovechar el tiempo para escribir más en mi blog.
Pero en realidad no quería platicar de eso, sino de una de las juntas generales de la escuela donde siempre hay de todo un poco. La última vez una profesora compartió la planeación e implementación de una de sus clases. La verdad estaba muy bien estructurada, cubriendo todos los aspectos que nos pide la escuela:
- Objetivo de aprendizaje de la clase, con diferentes niveles para alumnos más avanzados.
- Incorporación de los cinco valores básicos de la escuela (respetarse a uno mismo y a los demás, ser responsables, actuar con integridad, servir unos a otros, crear una comunidad que se preocupa por los demás)
- Sesión plenaria al final de la clase recapitulando lo visto.
La  meta de esta clase de cuarenta minutos era que los alumnos aprendieran a usar un quemador Bunsen.


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