La Ciudad de los Palacios

Me encanta la ciudad de México. No sé si será porque ahí nací y crecí, pero se me hace un lugar maravilloso a pesar de todos los problemas que tiene. 
Me hubiera fascinado conocerla en los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado, cuando los antiguos palacios del centro hospedaban a las diferentes facultades de la UNAM; cuando hombres y mujeres no salían a la calle sin sombrero y guantes...

Pero como no puedo viajar en el tiempo, me conformo con ir de visita cada vez que estamos en México.Este año fuimos a ver el Ballet Folclórico de Amalia Hernández en el Palacio de Bellas Artes. Elegimos la matiné del domingo, aunque implicara levantarnos casi de madrugada para salir de Cuernavaca, pasar por mi mamá y llegar al centro histórico de la ciudad de México a bena hora. Nos costó algo de trabajo encontrar dónde dejar el coche porque ese domingo era el paseo ciclista y habían cerrado muchas calles del centro, en especial cerca de Bellas Artes, por lo que muchos estacionamientos no estaban funcionando. 
Luego descubrimos que ya sólo había boletos de los caros, pero que formándose en una taquilla especial daban un cupón con 50% de descuento a los ciudadanos mexicanos. Así que a formarse dos veces con el nervio de que iba a comenzar la función y aún no teníamos las entradas.
 

Me encantan los vitrales, y este de Bellas Artes está precioso.

El espectáculo con los bailes típicos mexicanos realmente vale la pena, la música y la coreografía son un muestrario de la riqueza cultural de nuestro país.

Saliendo de Bellas Artes, volvimos al MUNAL para visitar las salas que no habíamos alcanzado a ver. Luego pasamos a la Dulcería de Celaya, toda una tradición para los visitantes del centro. La decoración y el mobiliario datan de principios del siglo XX y seguramente las recetas de los duces típicos también. Mi mamá recuerda haber ido de niña, de unos diez u once añitos, a comprar los dulces que le habían encargado mis abuelos.

Para terminar nuestro paseo, nos vimos con mi hermana y mi cuñado en el restaurante "El Cardenal", de larga tradición también. Yo comí un chile en nogada ¡extraordinario! Creo que es uno de mis platillos favoritos de la comida mexicana.

¡Hasta la oficina central de correos se hospeda en un palacio en la ciudad de México!