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Revisando los borradores del blog, descubrí esta(s) entrada(s) que data(n) de ¡hace más de año y medio! Pero he decidido que más vale tarde que nunca, además que hay que reconocerles el esfuerzo a los chicos.

Espero que disfruten del poco texto y de las muchas fotos -por cierto que los chavos ya cambiaron todos de look, jajaja.

Los dos últimos años de la prepa aquí en Hong Kong son bastante estresantes para los chicos por los exámenes finales que tienen que presentar.

Para las aplicaciones a la uni sólo son válidas las calificaciones que saquen en estos exámenes, sin tomar en cuenta el promedio del trabajo hecho durante el año escolar. Si le agregamos los constantes recordatorios de muchos profesores de que los resultados son determinantes para el resto de la vida de los alumnos, podrán imaginarse lo presionados que se sienten los chicos.

No sé qué hubiera pasado si nos hubiéramos quedado en México, tal vez el sistema IB presiona igual a los chicos, pero no tuve oportunidad de comparar.

Es por ello que, aunque tarde, quiero compartir un poco de la emoción de la graduación de Santi de la prepa.


El 24 de junio fue la ceremonia de graduación de la prepratoria. Igual que todos los años, los profesores, personal de dirección y los graduados se visitieron de toga y birrete para la entrega de diplomas. A mí me dio gusto que me preguntaran si prefería asistir como mamá de Santi, o si quería tomar mi lugar como parte del profesorado. ¡Obviamente que me decidí por lo segundo!

Los chicos ya sentados, todos un poco nerviosos, esperando el inicio de la ceremonia, con la entrada formal del director, invitados de honor, directores de área y profesorado.



Santi con sus compañeros clase; ya sobrevivieron los rollos, subirse al escenario a recoger sus diplomas, y posar para las fotos. Fueron más de 150 chicos los que se graduaron ese día, tanto los que estudiaron el HKDSE (Hong Kong Diploma of Secondary Education), como hizo Santi, como los que cursaron los A-Levels (el certificado británico).

Nico para variar lideró el equipo de sonido de la escuela. Y sobre el brazo fisurado creo que tampoco escribí, jeje, pero les aseguro que ya se ha restablecido completamente de su caída.


Tuvimos la dicha de celebrar a Santi con casi toda la familia completa ya que estaba Ana Paula de visita aquí en Hong Kong.


Como todos los padres de hijos que han terminado la preparatoria sabrán, la graduación es sólo un descanso antes de continuar con las aventuras de las admisiones a la universidad, pero eso lo dejo para otra ocasión. 

En esta entrada quiero centrarme en reconocer y celebrar el esfuerzo realizado, no sólo por Santi, sino por nuestros cuatro chicos: 

Cambio del idioma de instrucción de español/alemán a inglés en variedad de acentos; pasar de un colegio de 300 alumnos (desde preescolar hasta el último grado) a uno de casi mil chicos solamente de 1o. de secundaria a 3o. de prepa; hacer amigos nuevos; descubrir y adaptarse a un modelo educativo diferente; lidiar con el nivel de presión que la  sociedad local pone a los jóvenes; jornadas escolares que comezaban a las 8 am y terminaban a las 4 pm, sin tomar en cuenta las actividades extracurriculares...

¡Muchas felicidades a todos!








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