Boxing Day

Hay entradas que escribo y reescribo y simplemente no me siento a gusto con cómo quedan. Ésta es una de ellas, no sé dónde agregar esa mezcla de sensaciones que viví durante la temporada navideña: disfrutar estar juntos, compartir buenas pláticas, llenarnos el corazón la presencia de quienes queremos, mientras en el transfondo alza la voz el sentimiento de tener el tiempo prestado, que se pasan los minutos y que estos momentos no van a volver. Alegría y tristeza juntos, llenarse y amar y dejar ir al mismo tiempo...

Este año (2018) disfrutamos de los festejos navideños de manera especial, conscientes de que para diciembre de 2019 celebrar en familia va a ser bastante complicado, con las chicas viviendo en Suiza, Ulises Santi y yo en Hong Kong y Nico en la universidad, muy probablemente lejos de aquí.
Por esa razón el 26 de diciembre planeamos algo diferente para toda la familia. Aprovechando que el día estaba soleado y cálido, decidimos ir a Discovery Bay. Este desarrollo (que se encuentra en la bahía al norte de Mui Wo) tiene varios restaurantes buenos, varios con una terraza con vista al mar, lo que no es nada común en Hong Kong. Decidimos comer en uno español al que ya habíamos ido en otras ocasiones y nos había gustado.

Pero antes de seguir escribiendo les quiero platicar un poco acerca de esta fecha:

Al igual que en Inglaterra, en Hong Kong el 
día después de Navidad, llamado Boxing Day, es feriado. He investigado un poco respecto al nombre de ese día, que no tiene nada que ver en absoluto con el boxeo, sino con box (caja). Resulta que en la época en que muchos bienes se llevaban directamente a las casas, el 26 de diciembre los chicos que entregaban el mandado recibían un regalo o una pequeña remuneración económica. Suena como el día del cartero en México ¿no?, pero para el lechero, el carnicero, el de la tienda de abarrotes, el de la verdulería...

Regresemos a nuestro paseo familiar: La manera más rápida y sencilla de llegar a Discovery Bay (o DB) desde Mui Wo es tomar un ferry pequeño, que sólo ofrece el servicio los sábados, domingos y días festivos. A continuación la foto:

En tan solo 25 minutos el ferry da la vuelta a la península que separa a Mui Wo de Discovery Bay, y del muelle ya sólo es una caminata corta hasta tiendas y restaurantes.

Desgraciadamente esta vez no disfrutamos tanto de la comida. Tal vez tengan un chef nuevo en el restaurante español, porque aunque algunos de los platillos estuvieron decentes (la tortilla española y los calamares) los otros francamente sólo estuvieron mediocres. Lo que salvó el rato fueron la plática y la convivencia con los chavos, que disfrutamos muchísimo todos. =)
 
Terminada la comida, todavía tuvimos tiempo para tomarnos unas fotos en familia antes de tomar siguiente el ferry, pero ahora en dirección Central (Hong Kong Island).
De todos los barcos que tomamos ese día (ya les iré contando, pero en total fueron cuatro diferentes en cinco tramos), el ferry de DB es el mejor equipado. Los asientos son más cómodos, hay wi-fi gratis para los pasajeros y casi no se siente el movimiento de las olas. Además que los residentes de DB tienen una tarifa especial, más económica. ¡Ya quisiéramos que nuestro ferry de Mui Wo fuera así!

Nuestro destino final era el Hong Kong Cultural Centre que se encuentra en Tsim Sha Tsui, o TST, como le dicen los locales.
Nuestra conexión fue sencillísima: al llegar a Central solamente tuvimos que caminar del muelle # 3 al muelle # 7, de donde sale el mundialmente famoso Star Ferry. Este ferry inició su servicio conectando ambas orillas del puerto de Victoria a finales del SXIX, y sigue siendo un medio de transporte muy utilizado tanto por la gente local como por los turistas.
 
A iniciativa de Santi, habíamos comprado boletos para ver El Cascanueces con el Hong Kong Ballet, espectáculo con el que cerramos con broche de oro nuestro festejo. 

La música siemre me transporta a mi infancia. Cuando era pequeña, mi madrina nos había regalado unos casettes donde la naración de la historia de Clara enmarcaba y explicaba los largos pasajes musicales, y que disfrutábamos escuchando una y otra vez.


El espectáculo estuvo muy bien montado, con coreografía creativa. Leyendo el programa descubrimos que los bailarines vienen de todos los rincones del mundo: Hong Kong, Macao y China, Japón y Taiwan, Corea y Cuba, Filipinas y los Países Bajos, entre otros, un reflejo de lo que vemos en las calles todos los días.
Crédito foto: página del Hong Kong Ballet

Crédito foto: página del Hong Kong Ballet
A mí me gustaron mucho los "copos de nieve" porque tenían un aire de los años cincuenta con sus boleros y sombreros, un poco como sobrecargos, jeje.

Después de la función volvimos a tomar el Star Ferry para regresar a los muelles centrales, donde tomamos nuestro último barco del día, el ferry que tomamos cada vez que vamos o regresamos del centro:

Aquí además les dejo el mapa del recorrido que hicimos entre las dos islas principales y la península que conforman Hong Kong:




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