Lost in translation
Fueron varias semanas de ruido intenso, tanto, que nos salíamos a las diez, once de a mañana y regresábamos a las cuatro o cinco para evitar el martillo hidráulico, el taladro y los martillazos.
Y ya que estaban los trabajadores en la casa, también le dieron una arregladita al cubo de escalera.
Una de las tardes que regresamos nos econtramos que habían pintado el pasamanos y nos habían dejado el siguiente letrero avisándonos:
Nada más para asegurarme que le había faltado la terminación al dry (ing), toqué la pintura en una esquinita de la parte de abajo: en efecto, estaba en proceso de secado, jeje.
Comments
Post a Comment