Caminata

La semana pasada decidimos tratar de ir caminando de Mui Wo a Pui O. Bueno, la verdad sea dicha, la propuesta fue de Ulises; a mí me cuesta mucho trabajo comenzar alguna actividad física aunque después la disfrute mucho.
Lo primero fue consultar el mapa marcando los senderos por la montaña; en papel la distancia entre un pueblo y el otro no parece tan grande. El camión se tarda unos quince minutos para llegar pero corta por un puerto mientras que el sendero va siguiendo la costa de una pequeña península que separa una bahía de otra por lo que marca que son unas dos horas de camino. ¿Será?


Bien dotados con agua, unas manzanas y algo de granola partimos en nuestras bicicletas que estacionamos en el centro cerca de la iglesia. Luego rodeamos hacia donde está la planta de tratamiento de agua y comenzamos a subir escalones y más escalones hasta llegar al camino. 


Al principio sólo hay plantas de un lado y otro del sendero, pero perseverando se abre la vista hacia la bahía de Mui Wo. Nos detenemos un momento para observar desde lo alto la "zona industrial" donde se ubica el depósito de autobuses y llegan los barcos a cargar y descargar rocas, grava, varillas y los contenedores con carga desconocida.


Subimos otro poco, damos vuelta hacia la derecha y desde lo alto podemos ver el mar y las otras islas, algunas deshabitadas, otras con algunas casas o edificios y, a lo lejos, la silueta de Hong Kong Island con sus rascacielos. Más adelante un arroyo con agua cristalina cruza nuestro camino; ahí nos detenemos a descansar y disfrutar del sonido del agua cayendo sobre las piedras.


Como a la media hora de camino nos encontramos con una bifurcación; decidimos subir por el lado derecho porque a media montaña nos sonríe un kiosko con techo verde tipo pagoda. Sentados en la pequeña barda que rodea el quiosco nos refrescamos con el viento que sopla desde el mar. 
No hace falta platicar, simplemente disfrutamos del momento, del calor del sol que quema nuestra piel y del aire que nos acaricia.

Después de nuestro tentempié seguimos subiendo y bajando por donde nos lleva el sendero; pasamos a un lado del cementerio y continuamos entre los árboles hasta que encontramos una zona para acampar y hacer picnic donde nuevamente nos detenemos por unos minutos. A la salida un pequeño letrero amarillo nos indica que falta alrededor de una hora y media de camino hasta Pui O.
Continuamos avanzando y casi media hora después nos encontramos con otra señal que nos ofrece dos opciones: hacia la derecha a la carretera, hacia la izquierda, montaña arriba, hacia Pui O en ¡una hora y media!
Después de echar un vistazo a los interminables escalones que nos llevarían a nuestro destino decidimos bajar hacia la South Lantau Road y tomar el camión de regreso a casa. El estómago reclama, es hora de la comida.
En el camino nos encontramos otro quiosco encaramado sobre la montaña. De un lado vemos el valle y parte de la bahía de Mui Wo y del otro podemos admirar Pui O. Vale la pena regresar con los niños, algún día que no esté tan brumoso.






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