De visita con los changuitos de Lion Rock Country Park

El sábado hace quince días nos reunimos tres familias mexicanas. La idea era ir a un parque en los New Territories (al norte de Kowloon) para hacer una caminata y visitar a los changuitos que viven ahí.


Las familias participantes:
Los Lewis (sí, sí, ya sé que el apellido no suena muy mexicano -igualito que el mío, ¿verdad?), compuesta por John, Yrene, Gabriel, Christian, Jorge y Joseph.
Los Bezanilla, o sea, José Carlos, Marissa, Paulina, María José y Santiago.
Y la mitad de la familia Espinosa: Verena, Santiago, ahora llamado Santiago grande para no confundirlo con Santiago chico, y Nicolás. Ulises y Ana Paula ese día trabajaron y Andrea quiso quedarse en casa para estudiar para su examen final de química.

Después de un pequeño contratiempo con la Octopus de Nico (decidió dejar de funcionar cuando nos quisimos subir al metro y había una cola interminable en el servicio a clientes), llegamos a la estacion de Mei Foo, donde nos esperaban Marissa, José Carlos y sus hijos. En lo que resolvíamos lo de la Octopus de Nico, ellos fueron a explorar un parque que queda muy cerca de la estación de metro; después de ver las fotos (las pueden ver en el enlace al final del texto), este parquecito está en mi lista de lugares por visitar en Hong Kong.

Saliendo del metro, tomamos un camión hasta la entrada al Lion Rock Country Park. Bajándonos del autobús luego, luego, vimos a los changuitos que están a la espera de la gente desde el puente peatonal para cruzar la calle. Por todos lados hay letreros prohibiendo que se les alimente pero al parecer hay mucha gente que hace caso omiso de las advertencias y les lleva cosas a los animalitos.

Según un letrero informativo que hay a la entrada del parque, una parte de los chaguitos que viven ahí son originarios del lugar, mientras que otros son descendientes de mascotas que fueron liberadas por sus dueños en algún momento.

Despues de admirar a los monitos, cuidando de mantener nuestra distancia, decidimos emprender la caminata por el Nature Trail. A lo largo del camino encontramos paisajes maravillosos, plantas exóticas, salió el sol, llegó la niebla, nos cruzamos con más monitos, hasta que de nueva cuenta regresamos a la civilización.

Para terminar el día, tomamos el metro hasta Central donde fuimoa a recuperar fuerzas en un delicioso restaurante Tailandés.


¡Un día para recordar!


Y como ya es costumbre, termino con los enlances a las fotografías del paseo:

¡Fotos, fotos!
Más fotos, tomadas por Marissa


Y para cerrar con broche de oro: cena en el restaurante tailandés.
Marissa, Yrene, John, una servidora, José Carlos.
Gabriel, Santiago, Nico, Christian, Paulina y María José.
Cansados pero contentos en el ferry de regreso a casa.


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