Fiestas decembrinas
Esperando el inicio del concierto en St. John's Cathedral. |
El primero fue en St. John's Cathedral, la principal iglesia anglicana, donde el Celtic Connections Chamber Choir y la International Concert Orchestra of Hong Kong presentaron Pacem Noel. El programa consisitía en villancicos tradicionales ingleses, algunos conocidos para nosotros y otros completamente nuevos. En el coro hay varios solistas muy buenos, y una de ellos acompañó su canto con el arpa. También nos tocó escuchar a un chino tocando la gaita, una combinación que creo que sólo se puede encontrar en una ciudad como Hong Kong.
Unos días más tarde fuimos a Union Church, otra iglesia que se encuentra muy cerca de St. John´s pero ya se considera la zona de Mid-Levels, donde el coro de la iglesia presentó Canticles in Candelight, una cantata navideña cuyo autor es Jospeh M. Martin. En esta obra, las diversas lecturas de la Biblia narrando la historia navideña, desde las profecías de Isaías hasta la llegada de los reyes magos, van alternando con villancicos . Realmente fue una mañana maravillosa que nos recordó con claridad quién es el centro del festejo.
El día 24 Ulises llegó de vuelo justo a tiempo para la cena en casa. En esta ocasión celebramos en familia; la mayoría de nuestros amigos estaba de viaje, algunos en México, otros de vacaciones aquí en Asia, otros más tenían visita de familiares, por lo que no hubo quórum para organizar una posada como en años anteriores. Nuestra cena en esta ocasión fue pato al horno con salsa de porto acompañado de papas, col morada estilo alemán y ensalada.
El 25 por la mañana fuimos a misa a Discovery Bay. Ya nos acostumbramos pero al principio se me hacía muy extraño participar en la misa en el gimnsaio de una escuela y no en una iglesia propiamente dicha, y en esta ocasión no fue diferente: escuchamos el evangelio del día sentados en gradas. A la salida de la misa había cafecito, chocolate caliente y panquecitos filipinos. Las bebidas calientes nos cayeron muy bien porque ese día había amanecido lluvioso y frío y nos dieron ánimos para ir caminando desde la escuela hasta la plaza principal de Discovery Bay cantando villancicos junto con el coro (bueno, no crean que yo partcipé mucho, soy muuy desentonada).
Para comer fuimos a un restaurante español donde disfrutamos de las tradicionales tapas y una buena paella -aunque ninguna se compara con la que hace nuestro amigo Julio en Cuernavaca, ¡que quede claro!
Nuestro cafecito nos lo tomamos en el aeropuerto ya que Andrea se iba esa tarde a Kuala Lumpur a pasar unos días con la familia de su novio, Justin.
Dos días después también despedimos a Ulises, a quien le tocó un vuelo de diez días a Delhi, Estambul y Almati. Ninguno de nosotros imaginó jamás que algún día le tocaría visitar Kazajistán.
La noche de Año Viejo, ya con Andrea de vuelta en casa, la pasamos los chicos y yo en casa de nuestros vecinos Dahn y Chris. Son americanos, tienen dos hijos, Sierra de 11 años y Corbyn de 8, y apenas en octubre se mudaron a la casa frente a la nuestra.
Nos la pasamos muy divertidos, Dahn y Chris invitaron a otras dos familias, una de ellas con hijos de la misma edad que los nuestros e igual de apasionados por los juegos de mesa. Los seis chicos se la pasaron juegue y juegue toda la noche, primero King of Tokyo y después Carcassone, dos juegos de mesa de estrategia mezclada con algo de suerte.
Es más, hicieron tan buenas migas que ya van dos ocasiones en que se repiten las tardes de juegos de mesa, una vez en casa de Sam, Caleb y Mattie y otra vez con nosotros.
Les entró la timidez a los chamacos. |
=) |
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