Ding Ding to Kowloon

El viernes 10 de febrero Ulises y yo asistimos a la inauguración de la exposición de fotografía titulada "Ding Ding to Kowloon", dedicada a un ícono de esta megalópolis: los tranvías.

Fuimos invitados por nuestra amiga Marissa, quien entre sus múltiples talentos tiene uno muy especial: la fotografía. 



Su pasión por retratar el mundo que nos rodea la llevó a formar parte de un grupo de once fotógrafos que busca compartir su afecto por uno de los íconos de esta ciudad, los tranvías de dos pisos, creando un registro de su presencia en las calles de la isla de Hong Kong.

Hoy en día, Hong Kong es el único lugar en el mundo donde todavía se usan los tranvías de dos pisos y no soy la única a la que le encanta ir en sentada en la parte alta disfrutando del paisaje urbano.

Aunque también ha habido intentos por desaparecerlos, al considerar que obstruyen el tránsito de coches y autobuses en la saturadas calles del centro.
La exposición se llevó a cabo en una academia llamada Jao Tsung-I; los varios edificios que la albergan han tenido una historia larga y variada, transformándose de albergue para emigrantes en cárcel en hospital para enfermedades infecciosas, entre otros.

La academia se encuentra en Mei Foo y está construida en la ladera de una montaña. En la parte más baja hay salas para exposiciones, unas dedicadas a la historia del lugar y otras para muestras temporales.

Un poco más arriba se encuentran varios talleres, un restaurante, un teatro, una auditorio y más salas para exposiciones.

Los cinco edificios de la zona más alta se han transformado en un pequeño hotel. Para más información les dejo el enlace a la página de la academia:

Página de la Jao Tsung-I Academy 

Con las amigas.
Regresando a la exposición sobre los tranvías quiero decirles que me encantaron las fotos; estaban acomodadas de acuerdo al horario en que funcionan, desde que llegan los primeros conductores a los depósitos antes de las cinco de la mañana hasta el momento en que regresa el último tranvía. Ahora que releo este párrafo quiero describir con detalle las fotografías porque mostraban tantas maneras de ver algo que podría parecer tan común como un tranvía. Como reza el dicho, en este caso una imagen vale más que mil palabras. Más abajo hay tres enlaces donde pueden ver algunas de las imágenes de la exposición.

Pero los tram chasers no solamente retrataron el tránsito de los tranvías por las calles de la ciudad. También entraron hasta los talleres y registraron el trabajo que se lleva a cabo tras bambalinas para dar mantenimiento y asegurarse de un óptimo funcionamiento.
La fotógrafa.

La exposición además contaba con material adicional sobre la historia de los tranvías en Hong Kong:  planos antiguos de las diferentes rutas, boletos del abono mensual antes de que se introdujera la tarjeta Octopus al sistema de transporte público, testimonios de los conductores...

De las cosas que aprendí es que el tranvía número 120 es el más antiguo, así que ahora, cada vez que voy a la isla, pongo atención por si se me atraviesa.

Mis fotos 

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Página de los Tram Chasers 


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