¡Lleeveeee sus riiiicos tamaleeees!
Después de un julio muy ajetreado gracias a la Swiss Association of Hong Kong, y unas delciosas vacaciones, temas sobre los que escribiré más adelante, regreso a mi blog. Espero que disfruten =)
Ya sé que la fecha tradicional para desayunar tamales es el día de la Candelaria, el dos de febrero, pero mi amiga Nuri y yo organizamos la tamaliza para el día del niño. (30 de abril para mis amigos no mexicanos, jeje). La idea surgió cuando le pedí a Ulises que me trajera Maseca de uno de sus vuelos a Estados Unidos y trajo la harina para tamales.
Aunque hace algunos años ya había preparado tamales, en esa ocasión hice oaxaqueños aprovechando las hojas de plátano cosechadas de los bananeros que crecían cerca de la casa. En esta ocasión usamos hojas de maíz que nos dejó Fabi, una amiga mexicana que se regresó a vivir a México, para preparar tamales verdes, de mole y de queso con rajas.
En un inicio queríamos también hacer tamales de dluce, pero la verdad ya no nos dio la vida. Admiro a las personas que se dedican a preparar tamales para vender porque requieren mucha mano de obra.
Y como cualquier buen platillo mexicano, hay muchas preparaciones que se elaboran por separado para luego juntarlas y crear una delicia culinaria.
Para empezar, hay que cortar los extremos más duros de las hojas de maíz, y luego ponerlas a remojar en una cubeta con agua caliente.
Mientras las hojas se remojan y se vuelven flexibles, se preparan los diferentes rellenos, Por acá se cocina la carne de cerdo y de pollo para después deshebrarla; por allá se sazona una salsa verde y se mezcla el mole en polvo con caldo de pollo; en un sartén se tuestan las rajas antes de limpiarlas de semillas y partirlas en trocitos
También hay que preparar bien la masa, mezclando la harina de maíz con caldo cuidano que quede con la consistencia correcta, batiendo la manteca hasta esponjarla, agregando el bicarbonato y el polvo de hornear, para finalmente incorporar la masa de maíz.
Llegando a este pso toca formar los tamales: a la hoja de maíz se le unta la masa formando una capa uniforme, se le agrega el relleno al gusto, se dobla con cuidado para que nos e salga el relleno y se coloca en la tamalera.
Y ahora toca esperar a que el vapor haga su labor, cocinando la masa hasta que quede esponjosa y se separe con facilidad de la hoja.
como pueden ver en la sigiuete foto salieron bastantes tamales, ¡muchos más de los que pensábamos!
Ya sé que la fecha tradicional para desayunar tamales es el día de la Candelaria, el dos de febrero, pero mi amiga Nuri y yo organizamos la tamaliza para el día del niño. (30 de abril para mis amigos no mexicanos, jeje). La idea surgió cuando le pedí a Ulises que me trajera Maseca de uno de sus vuelos a Estados Unidos y trajo la harina para tamales.
Aunque hace algunos años ya había preparado tamales, en esa ocasión hice oaxaqueños aprovechando las hojas de plátano cosechadas de los bananeros que crecían cerca de la casa. En esta ocasión usamos hojas de maíz que nos dejó Fabi, una amiga mexicana que se regresó a vivir a México, para preparar tamales verdes, de mole y de queso con rajas.
En un inicio queríamos también hacer tamales de dluce, pero la verdad ya no nos dio la vida. Admiro a las personas que se dedican a preparar tamales para vender porque requieren mucha mano de obra.
Y como cualquier buen platillo mexicano, hay muchas preparaciones que se elaboran por separado para luego juntarlas y crear una delicia culinaria.
Para empezar, hay que cortar los extremos más duros de las hojas de maíz, y luego ponerlas a remojar en una cubeta con agua caliente.
Mientras las hojas se remojan y se vuelven flexibles, se preparan los diferentes rellenos, Por acá se cocina la carne de cerdo y de pollo para después deshebrarla; por allá se sazona una salsa verde y se mezcla el mole en polvo con caldo de pollo; en un sartén se tuestan las rajas antes de limpiarlas de semillas y partirlas en trocitos
También hay que preparar bien la masa, mezclando la harina de maíz con caldo cuidano que quede con la consistencia correcta, batiendo la manteca hasta esponjarla, agregando el bicarbonato y el polvo de hornear, para finalmente incorporar la masa de maíz.
Llegando a este pso toca formar los tamales: a la hoja de maíz se le unta la masa formando una capa uniforme, se le agrega el relleno al gusto, se dobla con cuidado para que nos e salga el relleno y se coloca en la tamalera.
Y ahora toca esperar a que el vapor haga su labor, cocinando la masa hasta que quede esponjosa y se separe con facilidad de la hoja.
como pueden ver en la sigiuete foto salieron bastantes tamales, ¡muchos más de los que pensábamos!
Ésta es una foto de Nuri, más apasionada de la cocina que yo, y quien además de trabajar muchísimo, prestar su cocina para la cocinada, también organizó a los amigos para vernos en el área para parilladas de su edificio.
Y aquí parte de los invitados a cenar, y una muestra de nuestras labores:
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