Another milestone

Sí, ya sé que la palabra correcta en español para milestone es hito. Supongo que debería usarla, en especial si voy a escribir sobre la graduación de Ana Paula como Maestra en Traducción Especializada.

Pero hito es una palabra que se me hace ajena, no aparece en mi vocabulario cotidiano aunque me la he topado en textos literarios o en las efemérides del periódico ("El año de 19.. marcó un hito en la historia de la aviación mexicana..."). Por lo mismo me siento algo incómoda usándola, como que me queda grande... ¿Alguna vez les ha pasado algo así al escribir o hablar?

Regresando al tema: el 29 de noviembre fue el acto oficial de la Facultad de Traducción de la Universidad de Ginebra en la que recibieron sus diplomas los egresados de las diversas licenciaturas y maestrías. Y digo diversas porque la facultad no sólo cuenta con la unidad de español, sino también hay de francés, árabe, inglés, alemán e italiano.

Obviamente Ulises y yo viajamos a Suiza para festejar con Ana Paula la culminación de cinco años de estudio, unas prácticas profesionales de tres meses y una tesina con su respectivo examen profesional. 

[Por cierto que el tema de la tesina de Ana Paula fue "El español internacional en las organizaciones internacionales: Evaluación de su utilidad como estrategia de traducción en los cuatro textos básicos de la Organización Mundial de la Salud sobre la salud reproductiva."]
A pesar de que fueron alrededor de 180 alumnos quienes recibieron sus diplomas, la ceremonia no se hizo tediosa. Por un lado el maestro de ceremonias, un profesor de la facultad, es una persona muy simpática quien, sin dejar de lado la importancia del acto, se reía de sí mismo al tratar de pronunciar correctamente los nombres de los alumnos procedentes de muchos países diferentes. 

Al término de la entrega de los diplomas de licenciatura dos de las recién graduadas dieron una breve pero muy divertida charla acerca de las aventuras y desventuras que vivieron durante los tres años en la facultad de traducción. Igualmente dos de las flamantes maestras en traducción compartieron el "Decálogo de la traducción", haciendo reír a alumnos, profesores e invitados (aunque obviamente hubo puntadas que a nosotros nos pasaron completamente de largo, jeje).

Terminada la ceremonia hubo un coctel organizado por la universidad, oportunidad para felicitarse unos a otros y disfrutar un momento de convivencia.

Una de las profesoras se acercó a felicitar a Ana Pau y quedó sorprendida por todos los que fuimos a celebrar este logro, y por los diferentes rincones del mundo que llamamos nuestro hogar:
Ulises y yo, que fuimos desde Hong Kong.
Mi mamá, quien en último momento y como sorpresa para su nieta emprendió el viaje desde México.
Mis tíos Oswaldo y Ruth quienes cruzaron Suiza casi de un extremo a otro.
Claro que no podían faltar Danilo, el novio de Ana Pau, y su mamá, Tina, ni Roswitha, una amiga de la familia que me conoce desde niña. Todos ellos viven en Ginebra.





Al día siguiente, para festejar a Ana Pau en forma, nos fuimos a comer a un restaurante libanés llamado Sofra. La comida estaba deliciosa, y me encantó el té de menta que tradicionalmente sirven con los alimentos.


De izquierda a derecha, como en las crónicas de sociales del periódico: Danilo, Ulises, yo, mi tía Ruth, mi tío Oswaldo, mi mamá, Ana Pau y Roswitha.

Para terminar, les dejo un chiste que juega con las palabras, herramienta de trabajo de traductores y linguistas:



Comments

  1. Mil felicidades Verena que increíble poder reunirse para festejarla

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