Una tarde de febrero...
El lunes tuvimos un día delicioso, soleado, caluroso, pensábamos que tal vez ya había terminado el invierno. Pero nos equivocamos, ya que hoy amaneció frío y gris, con un chipichipi que cala todo. Camino hacia la escuela volteé a ver las montañas: el aire está tan limpio que se puede distinguir cada árbol y cada peñasco sobre ellas, y recordé otro día hace unas cuatro semanas, más o menos.
Ese día también amaneció gris pero no por causa de la lluvia sino de la bruma. Volteando a ver el cielo recordé aquellos días de inversión térmica y contingencia ambiental que siguen haciendo sufrir a los habitantes de la ciudad de México. Buscando más información para saber si era algún tipo de niebla o de veras era contaminación, encontré una página en Internet que registra los niveles de los diferentes contaminantes en Hong Kong: partículas suspendidas, monóxido de carbono, ozono, no sé qué de azufre... Y efectivamente ese día la contaminación registrada estaba altísima, en especial las partículas suspendidas. Very unhealthy: extremadamente dañino para la salud.
Ya hacia las seis de la tarde, fui a Tung Chung y decidí irme en bicicleta. Tal vez no fue muy buena idea, aunque a media tarde había comenzado a soplar un viento que levantó algo de la contaminación, supongo que me he de haber tragado un costal de la mugre que andaba flotando en el aire. Pero el paseo me dio un regalo hermoso: el atardecer que pintó de rosa pastel las estelas de los aviones que cruzaron el cielo de Hong Kong.
Ese día también amaneció gris pero no por causa de la lluvia sino de la bruma. Volteando a ver el cielo recordé aquellos días de inversión térmica y contingencia ambiental que siguen haciendo sufrir a los habitantes de la ciudad de México. Buscando más información para saber si era algún tipo de niebla o de veras era contaminación, encontré una página en Internet que registra los niveles de los diferentes contaminantes en Hong Kong: partículas suspendidas, monóxido de carbono, ozono, no sé qué de azufre... Y efectivamente ese día la contaminación registrada estaba altísima, en especial las partículas suspendidas. Very unhealthy: extremadamente dañino para la salud.
Ya hacia las seis de la tarde, fui a Tung Chung y decidí irme en bicicleta. Tal vez no fue muy buena idea, aunque a media tarde había comenzado a soplar un viento que levantó algo de la contaminación, supongo que me he de haber tragado un costal de la mugre que andaba flotando en el aire. Pero el paseo me dio un regalo hermoso: el atardecer que pintó de rosa pastel las estelas de los aviones que cruzaron el cielo de Hong Kong.
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