Caminata con las amigas

Esta entrada de mi blog la escribo y reescribo porque quiero explicar lo importantes que son mis amigas y siento que no encuentro las palabras. A lo largo de estos casi seis años que llevamos viviendo en Hong Kong he(mos) convivido con ellas en días normales y en ocasiones especiales. Entre todas también hemos compartido alegrías, tristezas, preocupaciones y consejos de dónde están las mejores ofertas ;) entre otras coas. En fin, son como mi familia en estas tierras, y en esta entrada les comparto una mañana muy divertida que pasé con mis amigas latinas.

Listas para empezar la caminata, representando a México, Guatemala, Brasil y Argentina.

Normalmente, para festejar el cumpleaños de alguna de nosotras, nos reunimos en algún restaurante ya sea a desayunar o comer, pero en esta ocasión mi amiga Yrene nos propuso algo diferente para celebrarla. 

El día de la cita nos vimos todas -más temprano que de costumbre- en Pui O  ya que nuestra meta era llegar caminando hasta Mui Wo.

En total son casi dos horas de subir y bajar cerros, a veces caminando a lo largo de la costa y en partes pasando en medio del bosque. Cerca de un pequeño caserío nos encontramos con una plataforma que seguramente fue utilizada para el espectáculo celebrando el año nuevo chino. Decidimos que era el fondo perfecto para una foto de grupo, y en unos momentos movimos un andamio que estaba a un costado del escenario hacia el frente para poder colocar la cámara.

Platicano y platicando el tiempo se nos fue de volada, aunque también nos dimos tiempo para admirar la vista de Lantau hacia el mar y hacer escala en una de las casas abandonadas que hay a lo largo del camino, otro buen lugar para tomar nota de nuestro paseo.

Para terminar hicimos escala en el China Bear en Mui Wo, donde disfrutamos de un delicioso desayuno antes de regresar a las actividades cotidianas.

Estas salidas entre puras mujeres son muy importantes para mí; me ayudan a reirme de mí misma, a no tomarme las cosas tan en serio, a compartir mis alegrías y logros, me permiten hablar en mi idioma, saber que las otras familias tienen experiencias similares, me hacen crecer como persona, me dan seguridad...

En pocas palabras: ¡qué vivan las amigas!