Cancha de fut

En el pueblo hay una cancha de futbol al que de repente van los chavos para echarse una cascarita. Lo malo es que estuvo cerrada varias semanas porque le cambiaron todo el recubrimiento.
Primero rasparon el pavimento original, luego limpiaron muy bien y después colocaron el nuevo recubrimiento. Ya que estuvo seco, lo pintaron y marcaron las rayas de la cancha. Y después de unas dos semanas de que se pudiera volver a usar, levantaron una estructura de bambú y lámina parecido a un enorme teatro, adornaron el perímetro con banderines y dejaron a los chavos sin cancha de futbol por otras tres semanas. ¡Qué chistositos!



Un sábado que pasamos por ahí vimos que estaban usando la construcción para presentar una obra de ópera china. Por mala suerte no traía yo la cámara y como era uno de esos días lluviosos y fríos con viento helado, una vez que llegue a casita ya no me dieron ganas de salir a hacer de reportera. Porque así como ven el cielo en las fotos estuvo el clima como por seis semanas, ya extrañábamos el sol y queríamos aunque fuera un poquito de cielo azul. ¡Ah qué mexicanos tan consentidos! Estando en México el sol y el calor se nos hacen cosa de todos los días pero cómo hacen falta cuando no los tienes.

 Bueno, la cancha ya regresó a su estado original y los niños descubrieron que todos los miércoles por la tarde hay entrenamiento de fut, dirigido por un boliviano. 
Regresando de las vacaciones de Semana Santa se incoporan al equipo, ayer tuvieron su clase de prueba y salieron encantados.