Oda al tomate


El tiempo se pasa volando y he descuidado un poco el blog, trataré de ponerme al día en la próxima semana. Por lo pronto un evento de finales de abril.

El sábado 20 de abril, Santiago, Juan y Johann (hermano de Sean) participaron en el primer Spanish Speech and Culture Festival declamando un poema de Pablo Neruda. Compitieron en la categoría grupal contra otras cinco escuelas de Hong Kong en las que se imparte español y ganaron el tercer lugar. 
Jimmy, un chico de Form 5 -equivalente a 2o. de prepa- ganó el primer lugar de su categoría declamando el Poema Cinco de los 20 Poemas de Amor, también de Pablo Neruda. Por cierto que Jimmy nació en Venezuela,  aunque sus papás son de Hong Kong, y vivió allá hasta hace dos años, cuando regresó a Hong Kong para terminar la escuela por acá. Vive con su abuelita, ya que sus papás y su hermano mayor siguen en Caracas.
Miss Tsoi (se pronuncia como choi) está muy orgullosa de sus alumnos, esperemos que se repita el festival y la YMCA obtenga premios otra vez. 



Oda al tomate 
La calle
se llenó de tomates,
mediodía,
verano,
la luz
se parte
en dos
mitades
de tomate,
corre
por las calles
el jugo.
En diciembre
se desata
el tomate,
invade
las cocinas,
entra por los almuerzos,
se sienta
reposado
en los aparadores,
entre los vasos,
las mantequilleras,
los saleros azules.
Tiene
luz propia,
majestad benigna.
Debemos, por desgracia,
asesinarlo:
se hunde
el cuchillo
en su pulpa viviente,
es una roja
víscera,
un sol
fresco,
profundo,
inagotable,
llena las ensaladas
de Chile,
se casa alegremente
con la clara cebolla,
y para celebrarlo
se deja
caer
aceite,
hijo
esencial del olivo,
sobre sus hemisferios entreabiertos,
agrega
la pimienta
su fragancia,
la sal su magnetismo:
son las bodas
del día;
el perejil
levanta
banderines,
las papas
hierven vigorosamente,
el asado
golpea
con su aroma
en la puerta,
¡es hora!
Miss Tsoi con sus alumnos.
¡vamos!
y sobre
la mesa, en la cintura
del verano,
el tomate,
astro de tierra,
estrella
repetida
y fecunda,
nos muestra
sus circunvoluciones,
sus canales,
la insigne plenitud
y la abundancia
sin hueso,
sin coraza,
sin escamas ni espinas,
nos entrega
el regalo
de su color fogoso
y la totalidad de su frescura.

Camino a casa, Juan y Santiago
compartiendo música y libro.








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