Salida
En cuanto salí de dar mi clase en la escuela tomamos el democrático metro y fuimos al ifc mall, donde estaba en cartelera la película. La trama no nos gustó tanto, era muy predecible, jugando con las diferencias culturales entre europeos e indios. Pero disfrutamos mucho viendo las imágenes y escuchando a los artistas hablando francés, recordando esos meses que pasamos en St. Antoine L'Abbaye.
Saliendo del cine, deliberando a dónde ir a comer, nos encontramos que uno de los espacios abiertos del centro comercial se encontraba un trío de chinos con piano, cello y violín tocando boleros.
La mayoría de la gente se quedaba un momento escuchando la música antes de continuar su camino y sólo algunos pocos pudieron darse el lujo de detenerse a disfrutar de una o dos piezas. A nosotros nos entró la nostalgia de nuestra música y nuestra tierra, así que buscamos una esquinita donde nos quedamos parados hasta que los músicos terminaron su recital. Un regalo inesperado que disfrutamos muchísimo.


Comments
Post a Comment