Una noche en el teatro

Los primeros días de julio, el grupo de teatro de la escuela presentó su obra de fin de año. En esta ocasión se trató de un musical, en el que los alumnos cantaron canciones famosas de películas y musicales de Broadway. Y aunque mis chavos no cantan ni actúan, estuvieron presentes en cada uno de los ensayos y las dos presentaciones por ser parte del equipo de sonido.

La historia giraba arededor de dos empresarios, dueños de un teatro, que no se pueden poner de acuerdo sobre el tipo de obra que van a presentar para la siguiente temporada. Uno de ellos le apuesta más a comedia o romance, mientras que el otro opina que es mejor poner algo más dramático. Y para dar peso a su argumento, se presenta la canción que va de acuerdo al tema que proponen.

Desgraciadamente no grabé muestras de las canciones, pero para que se den una idea del espectáculo les dejo el programa y algunas fotos de los actores.

Los responsables de que todo se escuche bien, los micrófonos estén bien colocados, la música inicie en el momento adecuado,  y las imágenes aparezcan en la pantalla cuando debe ser.

Parte del equipo de sonido. A Santi le tocó estar tras bambalinas, por lo que no sale en la foto.

 

Lo que se me hizo muy interesante es que casi no utilizaron escenografía, ni vestuarios complicados, y aún así los chicos lograron transmitir dolor y alegría, diversión y seriedad. Me gustaría saber qué estarán preparando para este año.

La chica de la derecha, con la sudadera a rayas, es alumna mía; se le facilita bastante el español y la manera en que mejor aprende es con canciones. ¿Les sorprende?

La chica de la chamarra rosa también es alumna mía, y si por casualidad se me ocurre dejarla junto a su mejor amiga, la de la foto anterior, no dejan de hablar en toda la clase.