Lectora empedernida
Hay momentos en que no sé ya si es virtud o vicio, pero me encanta leer. (Bueno, mejor no le pregunten a mi marido, que él tiene perfectamente clasificada mi "afición".)
Leo libros ¡obviamente! pero también revistas de análisis o científicas, el periódico, comics, ¡hasta los letreros que me encuentro por ahí! De mi infancia y juventud por ejemplo recuerdo la revista de difusión científica del CONACYT con sus mapas del cielo nocturno, y tanto el Times como el Newsweek. Otro recuerdo imborrable es el librero que estaba en casa de mis abuelos en Aguascalientes con una colección de varias décadas de la revista Selecciones. Podíamos pasar horas y horas sentados a un lado leyendo "Así es la vida", "Gajes del oficio", "La risa, remedio infalible", "Drama en la vida real" y las novelas condensadas, entre otros...
Hoy en día mi bolsa siempre parece que lleva piedras porque además de lo normal (cartera, llaves, teléfono, abanico...) cargo ya sea con un libro o con el Kindle.
Éste último fue un regalo de Ulises, con la ilusión de que así entrarían menos libros a la casa... ¿Qué les puedo decir? A pesar de ser muy cómodo, nada supera el olor de un libro, en especial si es nuevecito.
Una de las cosas que me pesaba mientras estuve trabajando como profesora de español, en especial los dos últimos años que estuve casi a tiempo completo, fue que tenía yo poco tiempo para leer o, si leía, más bien eran libros relacionados con la enseñanza o textos que me pudieran ser útiles para las clases.
Amar la lectura también significa que no puedo pasar de largo frente a una librería,aunque cada vez hay menos, y que me encanta visitar bibliotecas. La biblioteca central de Hong Kong, ubicada en Causeway Bay, es una de mis favoritas aquí en Hong Kong. Está ubicada en un edificio de diez pisos que no se alcanza a visitar en un solo día.
La foto a la izquierda muestra una de las muchas salas de lectura, en el décimo piso, donde se encuentra todo lo relacionado con arte, incluso hay varios pasillos que albergan partituras musicales.
Hace alguas semana me acomodé en uno de estos sillones morados para leer un libro sobre Hergé, el creador de Tintin.
Si alguno de mis tres lectores nunca ha oído hablar de este personaje, se los recomiendo ampliamente, es uno de mis cómics favoritos.
Como pueden ver en las siguientes fotos, el interior de la biblioteca es espectacular, con grandes ventanales y un espacio central abierto desde el cual se puede uno asomar al vestíbulo de entrada. Por todos lados hay salas, sillones y sillas, mesas pequeñas y grandes donde acomodarse a leer.
¿Qué encuentro en la lectura? Pues muchísimas cosas: puedo viajar a otras épocas y otros países, conocer otras maneras de pensar y de hacer las cosas, aprendo sobre las relaciones humanas, expando mi horizonte más allá de lo que aprendí que era "lo normal" o "lo correcto". Y en ocasiones también simplemente me escapo de mi realidad. Entre lo que me gusta leer están las biografía o autobiografías, los libros de ciencia, y las novelas históricas y novelas de misterio. De estas últimas, las clásicas como Dorothy L. Sayers. Agatha Christie tiene un lugar especial en mi recuerdo, ya que gracias a la lectura de estas novelas en el idioma original mejoré radicalmente mi inglés.
Por cierto que ya no recuerdo qué libro era el que llevaba yo el día que tuve el siguiente chat con Santi. El caso es que iba yo camino a Central en el ferry porque me iba a encontrar con Ulises y Santi para ir al cine. Como no había yo comido, les había encargado que me compraran algo para entretener a la lombriz, como decimos en México, aunque sucedió esto (Aclaración: el Pret A Manger es un restaurante de comida para llevar):
Tal vez alguien tendrá curiosidad de saber qué libros he leído últimamente.
Aquí les dejo una selección:
Shanghai Grand, que narra la vida de la periodista Mickey Hahn y su relación con el poeta chino Zau Sinmay en el Shaghai de los años 30. El autor es Taras Grescoe
Un libro que se me hizo por demás interesante fue el siguiente: Mistakes were made, (but not by me).Why we justify foolish beliefs, bad decisions, and hurtful acts, por Carol Tavris and Elliot Aronson.
Se me hizo muy interesante y útil aprender sobre las contorsiones mentales que hacemos para justificar ciertas acciones.
Beautiful boy por David Sheff, que narra cómo vive el autor el proceso de adicción a las drogas de su hijo. Impactante, conmovedor, difícil de leer.
It was like this... por Mabel Winifred Redwood, enfermera, y justo después leí Tin Hats and Rice, escrito por su hija mayor. Ambos libros narran la vida de los prisioneros de guerra ingleses internados por los japoneses en la cárcel de Stanley durante la Segunda Guerra Mundial
Bertie, la biografía del Eduardo VII, hijo de la reina Victoria.
Y por útlimo uno que me encantó: Maps, their untold stories. Contiene una selección de mapas viejos y nuevos de los National Archives en Inglaterra, comentados por los curadores del archivo. Muestran mapas con clara intención de propaganda plítica, mapas delimitando propiedades, mapas que incluyen historias, como la del asesinato de Lord Darnley, esposo de María Estuardo, reina de Escocia, y padre del rey James I, quien unificó los tronos de Escocia e Inglaterra.
Comments
Post a Comment