Medios de transporte

Esto que ven a la derecha no es una tarjeta cualquiera, sino la Octopus Card, Octopussy de cariño (sí, como en Bond, James Bond).
Aquí en Hong Kong es la llave al mundo porque te permite:

  • abordar camiones, metro, ferry, tren ligero, cualquier transporte público de la ciudad-estado
  • comprar en las máquinas expendedoras de leche de soya y botanitas
  • entrar y salir de la escuela (si quisiera, podría yo saber exactamente en qué momento mis hijos llegaron y se fueron del centro educativo)
  • pagar mi super
  • pagar multas, impresiones y copias en la biblioteca
  • entrar a tu edificio (¡ya nada de llaves!)
  • y muchas otras cosas más.


Pero para mis actividades diarias es suficiente con mi Zafira 2012, versión china, óigase mi bicicleta. Con ella voy al mercado o al super en la zona del ferry (un día sí y al otro también ya que la capacida de carga es limitada). De repente cuando vengo de regreso temo que alguien me tome una foto y la suba a internet para reírse de todo lo que llevo cargado. Lo bueno es que solamente ha llovido por la noche, aún falta ver cómo aprovisiono a la familia en caso de huracán (tifón en Asia).


Para ir a la escuela, los chicos primero se echan su carrerita en bici y luego toman el camión cerca del mercado, los tres mayores a las 7:15 y Nico hasta las 7:50. La hora de regreso depende de las actividades extracurriculares pero nunca llegan antes de las cinco. 
La carretera que lleva de Mui Wo a Tung Chung se parece a la carretera federal a Cuernavaca, subes y subes dando vueltas y más vueltas, aunque creo que aquí la pendiente es más pronunciada. Cuando llegas a la parte más alta, la calle empieza a bajar inmediatamente, como si se tratara de una montaña rusa. Cada dos o tres kilómetros hay una bahía para que se puedan orillar los camiones, permitiendo rebasar a los que van más rápido.


Cuando tenemos que ir a Hong Kong Island, tomamos un transbordador, el rápido hace solamente media hora y tiene aire acondicionado en la cabina, mientras el lento tarde el doble y lleva todas las ventanas abiertas. (¡Adivinen cuál preferimos!) 
El metro está muy bien organizado, en algunos de los vagones no sólo está marcada la ruta y las estaciones, sino que conforme va avanzando el tren se van apagando los foquitos de las estaciones que ya pasaron. Muy cómodo para aquél que se duerme, no necesita esperar a la siguiente estación y asomarse por la ventana para leer el letrero y saber por dónde anda. 
Todo el transporte público es muy seguro, sólo los chicos más pequeños van acompañados por sus papás o sus nanas filipinas, ya de la edad de Nico se mueven solos sin ningún problema. Por cierto, es muy curioso pasar por los juegos infantiles que están junto a la playa: muchos niños güeros corriendo y gritando cuidados por las nanas, la mayoría de Filipinas.


El camión

Esperando el ferry


El Lamborghini de Nico
Mi Zafira 2012

Dándole un "aventón" a Nico
El ferry rápido

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