De compras con las amigas

Antes del verano tenía yo varios textos en el tintero, según yo, durante las vacaciones me tomaría un tiempito para completarlos, pero (¿les sorprende?) no tuve tiempo. Me iré poniendo al día poco a poco, espero que de todas maneras disfruten de las entradas al blog.

Desde hace tiempo, mis amigas latinas y yo  teniamos el plan de ir juntas de compras a Shenzen; algunas de ellas querian mandar hacer cortinas, otras curiosear y yo simplemente ir a conocer el centro comercial de Lo Wu del que tanto me habían platicado y, según me habían dicho, se pueden encontrar un poco de todo.

El camino desde Tung Chung es bastante largo, casi dos horas en metro, con dos o tres cambios de línea según la ruta que se elija, así que nos reunimos temprano en en la estación del MTR para iniciar el viaje.



En la frontera entre Hong Kong y la República Popular de China hay que bajarse del metro y cruzar caminando, obviamente con las revisiones de pasaporte y aduanas de rigor.

Mariana, Valeria, Vickie e Yrene tratando de 
elegir entre las miles de telas disponibles.
El centro comercial al que fuimos está pegadito al río que marca la división entre las dos ciudades así que no hubo necesidad de tomar metro o taxi para llegar, y es el típico centro comercial tan común en Asia, una mezcla entre mall estadounidense y zoco árabe: cuatro, cinco, seis pisos llenos de tienditas vendiendo de todo. Ropa, zapatos, bolsas, relojes y lentes, toda la mercancía pirata imitando las grandes marcas; sastres, tapicerías, restaurantes, tiendas de té... Y como zoco árabe, parte de la experiencia de compra es el regateo.

Entrando, antes de que siquiera llegues a ver algo, inmediatamente se te acerca gente preguntando que es lo que buscas:
-Missy, misssy, what you want? 
-Missy, cheap bag, look, missy! 
Si por errores les haces caso y les dices, se convierten en tu guía y acompañante por el resto del día, llevándote con su compadre, hermana, tía para ver si les compras.  

Subiendo, bajando, explorando, se nos atravesó un personaje curioso, disfrazado de gallo que se paseaba por el centro comercial promocionando no sé que a los compradores.
La tienda de tés





Pasamos casi todo el día mirando y comprando; a mí la tienda que más me gustó fue una que vende té, teteras, tacitas y cualquier otro implemento necesario para la preparación de esta milenaria bebida. La vendedora nos ofreció un té "for beautification" (¿tan amoladas nos vio que nos necesita embellecer?) y que oficialmente se llama Concubine's Beauty Tea. Compramos también un té que seco parece una pequeña pelotita pero que una vez en el agua se abre hasta formar una flor amarilla, roja o rosa, dando un sabor diferente al té.
La vendedora empacando nuestros pedidos

Lástima que quede tan lejos de Tung Chung y que necesito sacar visa para poder ir; me gustaría regresar y seguir explorando ese mundo de mercancías y también salir un poco a conocer el resto de la ciudad.

Comments

  1. Ir a Shenzhen siempre es bien interesante! Hay demasiadas cosas tan diferentes a comparación de Hong Kong. En cuanto a la visa para China, creo que hay un permiso especial que puedes adquirir en la frontera el cual te permite pasar uno o dos días solamente en Shenzhen, así te ahorras la vuelta de sacar una visa "normal" de turista para China. Valdría la pena checarlo si te interesa ir seguido. Saludos!

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    1. Muchas gracias por la sugerencia del permiso, voy a investigarlo para ir más seguido a Shenzhen. ¡Saludos!

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  2. Muchas gracias por la sugerencia del permiso, lo voy a investigar para poder ir más fácilmente. ¡Saludos!

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