Fin de semana de trabajo

La recámara de los chicos con sus cortinas

Una de las desventajas que le veíamos a la casa nueva, era que no tenía cortinas, y después de algunos días de cubrir los cristales con sábanas y buscar presupuestos en diferentes lugares, finalmente nos lanzamos al maravilloso IKEA a comprar cortinas, cortineros y soportes.
Pequeño detalle: no tenemos rotomartillo para perforar los muros de concreto. Bueno, eso nos atrasó un poco, pero nuestro vecino nos prestó el suyo y nos dedicamos un fin de semana completo a medir, hacer agujeros, colocar taquetes, soportes y cortineros para poder dormir a gusto.

Nuestro cuarto.

Como las cortinas son medida estándar quedaban un poco largas, así que fue otro fin de semana, siempre con ayuda de los chicos, claro está, que estuvimos ocpados cosiendo bastillas. 

Nunca falta algo que hacer en la casa, pero trabajando en equipo es más fácil. Ahora que regresamos de las vacaciones, el intento de jardín que tenemos frente a la casa más bien parecía una jungla, pero con paciencia y mucho, pero muucho, repelente, ya se ve un poco más civilizado.