Boda china

El primer viernes de junio por fin se hizo realidad algo que se me antojaba desde que llegué a Hong Kong y comencé a investigar un poco sobre las costumbres locales: asistir a una boda china. Un compañero del trabajo de Ulises nos invitó a su boda. Bueno, nos es un decir porque cuando dijo: "I want to invite you to my wedding" no sabíamos si ese you era singular o plural, por lo que Ulises preguntó si yo también podía ir, a lo que Stanley contestó que sí.



A la entrada del salón tenían habilitada una pequeña zona para el coctel: había jugo de uva con agua mineral, jugo de naranja, y prosecco para beber, y también una barra de dulces y pasteles.


en un enorme libro.
Este tiempo antes de la cena se aprovecha para que los invitados se tomen fotos con los novios, y también nosotros pasamos a que nos retrataran. A media cena pasó el fotógrafo para darnos una copia de la foto.
Fue muy interesante observar a los invitados que llegaban: unos muy arreglados, otros simplemente con traje e incluso con ropa casual como pantalones de mezclilla y tenis.
Pasadas las ocho de la noche, poco a poco los invitados fuimos ocupando nuestros lugares asignados. A nosotros obviamente nos tocó con compañeros del trabajo de Ulises, siendo yo la única mujer sentada en la mesa. En la mesa de junto la situación estaba invertida; puras chicas y solamente dos muchachos.
Para comenzar la cena, entraron los novios y desfilaron por el salón, ella ya con un vestido diferente al que traía puesto para la sesión de fotos con sus invitados.
Antes de cenar, pasaron un video con imágenes de los novios desde pequeños hasta el momento actual.
En mi siguiente entrada al blog les platicaré de todo lo que nos sirvieron para cenar y cómo transcurrió el resto de la velada.
Totalmente diferente a las recepciones mexicanas :D
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