Pasatiempo

Hace ya algún tiempo, Ulises les enseñó a los chicos a jugar ajedrez. El verano pasado que estuvimos en México, en el mercado de artesanías que está a un lado del Palacio de Cortés (perdón, el Museo Cuauhnáhuac), encontraron un tablero de madera que les gustó mucho y que usan con frecuencia. A pesar de que es bastante grande y pesado, en ocasiones lo llevan consigo para entretenerse cuando salimos.

Como podrán ver en las fotos, hasta en el metro aprovechan para jugar una partida, sin importar si están solos en el vagón o rodeados de gente. En caso de que el tiempo no les alcance para terminar su partida, le toman foto al tablero, guardan las piezas y a la primera oportunidad se sientan en una esquina para continuar.

En la escuela los chicos organizaron un club de ajedrez, en ocasiones juegan a la hora del lunch y otras veces se quedan después de clases para seguir perfeccionando sus estrategias y medirse con los compañeros.

Camino a la iglesia, dominguito por la mañana.         Mmmm, ¿qué me conviene?

Es tu turno...

Hemos llegado a la última estación, y así ha quedado la partida del día.

Y continúan: después de la misa sigue la partida.

¡Hasta en el restaurante aprovechan la sobremesa!
 

Comments

Popular Posts