Siete años...

Recién llegados a Hong Kong, me puse a explorar el vecindario. Una de las cosas que me llamó la atención fue un árbol al final de la playa porque en su tronco estaban colocados los buzones de las casas cercanas. Obvio que le tomé foto, y creo que hasta la compartí en este blog. 

Ahora que estamos de vuelta en Mui Wo, me he salido a caminar para juntar mis diez mil pasos diarios y para ver qué tanto ha cambiado la zona.
El otro día fui a buscar el árbol con los buzones, pero ya no lo encontré. No sé qué habrá pasado, si se cayó durante alguno de los tifones, o si la burocracia decidió que las cosas no podían seguir así, la cosa es que ahora los buzones están colocados en un tablero metálico con el nombre del pueblo:

No sé si esto de buscar una foto vieja haya sido buena idea: me ha entrado una nostalgia tremenda por mis cuatro chicos, por aquellas épocas que éramos familia muégano e íbamos a explorar nuestro nuevo hogar juntos, nos acurrucábamos en casa a ver una película en los días de lluvia y frío, o tratábamos de sortear los retos de adaptarnos a una ciudad, una escuela, un ritmo de vida diferentes a los que habíamos vivido hasta entonces.