Desapariciones y apariciones...
El viernes hace ocho días, cuando Santi y Nico regresaron de su tarde de juegos de mesa, se llevaron una sorpresa: ¡la bicicleta de Nico había desaparecido!
Según él, la había dejado en el lugar de siempre, bien amarrada con su candado, pero al llegar en la noche ya no la encontraron.
Casi toda la semana Nico anduvo a pie, prestándose mi bici cuando yo no la planeaba utilizar. En una de esas ocasiones, Nico se había adelantado mientras yo todavía hacía escala en el super y en el camino del ferry pier a la casa se le cerró un señor y lo tiró de la bicicleta. Se dio unos buenos raspones en la rodilla, las costillas y el codo izquierdo, además de darse un golpe medio fuerte en la frente. No sé ni cómo llegó a la casa, pero Andrea me habló de inmediato y cuando llegué decidí mejor llevarlo a que lo revisaran porque Nico no se acordaba muy bien de lo qué había pasado y me decía que se sentía mareado.
Aquí en el pueblo hay una pequeña clínica que además tiene servicio de urgencias, así que me presté el triciclo de los vecinos y me llevé a Nico para que lo viera el doctor. Después de una cuidadosa revisión, le desinfectaron y le curaron las heridas y nos mandaron de vuelta a casa ya tranquilos porque sólo fueron los raspones y el chichón.
Al día siguiente tempranito me salí a buscar la Octopus de Nico porque se le cayó con el choque ¡y que la encuentro! Estaba entre unas plantitas a la orilla de la calle, donde todas las mañanas pasan cientos de personas camino hacia los autobuses y los ferrys.
El jueves por la mañana estaba tan lindo el día que Ulises y yo decidimos acompañar a Nico a la parada del camión y después ir a caminar por el pueblo. Obviamente que a Nico no le gustó mucho la idea:
- Ya estoy en sexto, no necesito que mis papás me acompañen al camión...
Acordamos entonces que iríamos con él la mayor parte del camino y cuando llegáramos cerca de la parada él se iría por su lado y nosotros por el nuestro. Y por andar por donde normalmente no pasamos, encontramos la bicicleta de Nicolás. No estoy muy segura que a NIco le dio gusto volverla a ver porque desde que la compramos ha tenido problemas con el cambio de velocidades, dizque lo arreglan en la tienda pero a la semana se vuelve a descomponer. Made in China al fin y al cabo...
Según él, la había dejado en el lugar de siempre, bien amarrada con su candado, pero al llegar en la noche ya no la encontraron.
Casi toda la semana Nico anduvo a pie, prestándose mi bici cuando yo no la planeaba utilizar. En una de esas ocasiones, Nico se había adelantado mientras yo todavía hacía escala en el super y en el camino del ferry pier a la casa se le cerró un señor y lo tiró de la bicicleta. Se dio unos buenos raspones en la rodilla, las costillas y el codo izquierdo, además de darse un golpe medio fuerte en la frente. No sé ni cómo llegó a la casa, pero Andrea me habló de inmediato y cuando llegué decidí mejor llevarlo a que lo revisaran porque Nico no se acordaba muy bien de lo qué había pasado y me decía que se sentía mareado.
Aquí en el pueblo hay una pequeña clínica que además tiene servicio de urgencias, así que me presté el triciclo de los vecinos y me llevé a Nico para que lo viera el doctor. Después de una cuidadosa revisión, le desinfectaron y le curaron las heridas y nos mandaron de vuelta a casa ya tranquilos porque sólo fueron los raspones y el chichón.
Al día siguiente tempranito me salí a buscar la Octopus de Nico porque se le cayó con el choque ¡y que la encuentro! Estaba entre unas plantitas a la orilla de la calle, donde todas las mañanas pasan cientos de personas camino hacia los autobuses y los ferrys.
El jueves por la mañana estaba tan lindo el día que Ulises y yo decidimos acompañar a Nico a la parada del camión y después ir a caminar por el pueblo. Obviamente que a Nico no le gustó mucho la idea:
- Ya estoy en sexto, no necesito que mis papás me acompañen al camión...
Acordamos entonces que iríamos con él la mayor parte del camino y cuando llegáramos cerca de la parada él se iría por su lado y nosotros por el nuestro. Y por andar por donde normalmente no pasamos, encontramos la bicicleta de Nicolás. No estoy muy segura que a NIco le dio gusto volverla a ver porque desde que la compramos ha tenido problemas con el cambio de velocidades, dizque lo arreglan en la tienda pero a la semana se vuelve a descomponer. Made in China al fin y al cabo...
Que mala onda que tumbaron a Nico, pero que bueno saber que está bien y que encontraron su bicicleta made in China jaja..
ReplyDelete¡¡Me dio mucho gusto por fin conocerlos!! ¡¡Saludos!!
Igualmente Arturo, muchos saludos ¡y no dejes de escribir!
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